jueves, 26 de julio de 2007

LOS NAZGÛL, Sombras de hombres corrompidos
“Antaño fueron hombres…” así se nos presentan los Nazgûl, los Espectros del Anillo y fieles siervos de Sauron, ni vivos ni muertos íntimamente ligados a la voluntad del Anillo Soberano y por tanto seres privados de sentimientos y libertad cuyas armas más poderosas no son las que empuñan sino las que transmite su frío interior lleno de miedo, odio y desesperanza. Hace mucho tiempo fueron reyes y líderes de los pueblos de los Hombres que, con el tiempo, codiciosos aceptaron los Anillos de Poder forjados por el Señor Oscuro. Su ambición y su deseo instintivo de ser más poderosos los lleva a caer en la trampa de olvidarse de los verdaderos valores y olvidarse en sí de quién eran y qué querían. Su deseo por el materialismo les, de alguna manera, ciega ante la realidad. Tolkien aprovecha, de una manera pagana y mágica, el argumento fantástico de los Anillos de Poder para mostrar como se pueden llegar a corromper los Hombres cuando son llevados por las tentaciones. Todos los Anillos de Poder, los que fueron forjados por Sauron (ahora que sabemos que representa Sauron y que puede suponer su intervención sobre los Anillos), acaban por corromper a los seres de la Tierra Media. Si bien lo que les ocurre a los Nueve es distinto de lo que les ocurre a los Portadores del Anillo Único, o lo que les ocurre a los Reyes Enanos, es también una manera de corromperse hacia el lado oscuro, hacia el lado menos humano, menos cristiano. Tolkien utiliza a los Nazgûl para demostrar de una manera, física y horrorosa, como es el interior de los hombres, de los lectores, que pudieren llevarse por los deseos terrenales.
Sin embargo algo es cierto con los Anillos de Poder y es que todos acaban olvidando cómo eran y qué deseaban realmente, es como si se hicieran esclavos de una voluntad superior… ¿qué quiere decir esto? En el caso de los Nueve, pues luego se convierten en siervos de Sauron, es como si al olvidarse de las cosas anteriores, al ligarse al “pecado”, a las cosas “materiales”, realmente perdieran su lado más humano, trasformándose de alguna manera, y ésta es su apariencia, en Espectros de lo que fueron antes, en sombras de los grandes hombres que hicieron grandes gestas… Es como el recuerdo de los grandes líderes que empezaron por mirar por su pueblo con buenas intenciones necesitando poder pero luego envilecieron cayendo en la comisión de delitos, no abandonaron ese poder y sus intenciones pasaron a ser malas; o bien simplemente aquéllos cristianos que se apartaron del camino correcto cayendo ante las vanidades mundanas y se olvidaron de Dios. El hecho de que no estén ni vivos ni muertos viene a responder a que físicamente están vivos (como los humanos en sí que fueron) pero muertos (en el aspecto moral) son las personas que se han dejado influir por ideales corruptos. Sauron, el embaucador, engaña a los Hombres para que se unan a él prometiéndoles un poder absoluto… lo mismo que hizo en Númenor muchos años antes en la Segundad Edad… ¿hombres que desean ser “dioses”? En muchos pasajes bíblicos se nos muestra cómo la humanidad ha codiciado el poder absoluto y bien al final siempre fueron castigados.

Otro asunto, mucho más mágico, es el hecho de sus atributos que los hacen poderosos. Si bien están las Hojas de Morgul, capaces de envenenar y asesinar instantáneamente… o bien el Rey Brujo cuenta con infinidad de hechizos… y si bien son verdaderamente fuertes en sus corceles alados… ¿cuál es su mejor arma? El miedo. Todos los seres de la Tierra Media (o la mayoría) huyen ante el clamor de los Nueve y es porqué de alguna manera esos gritos de desesperación ahogados son reflejo del sufrimiento interior que tienen porqué están vacíos, vacíos de lo que realmente llena a los humanos: sentimientos, valores, principios, libertades, derechos…, son víctimas de una voluntad superior. Históricamente hablando es como tantos aquéllos que creyeron en ideales de una superioridad, que fueron arrastrados por regímenes imperiales o autoritarios que los privaron de entendimiento obcecándolos en cumplir con lo “mejor” para el líder. Otro asunto es el hecho de que nadie (excepcionalmente) pueda vencerlos cuando están juntos. Sin embargo, sí hay seres que pueden hacerlo… en el libro de La Comunidad del Anillo se nos cuenta como algunos de los Señores de los Elfos sí pueden… aunque también es cierto que “aún los Sabios temen enfrentarse a los Nueve, cuando andan juntos y al mando de ese jefe feroz, que antes fue gran rey y mago y que ahora alimenta un miedo mortal”. Sólo algunos de los Señores Elfos, muy posiblemente, los que llevaran los Tres son los que podrían combatirlos porqué ya hemos explicado qué simbolizaban los Tres.

Los Nazgûl, sin embargo, cuando no son acompañados del Rey Brujo temen todavía a ciertos atributos… el fuego, la luz,… deben de servirse de la oscuridad y del fuego “malévolo” que Sauron creó para ellos… y también temen al agua… ¿por qué? Podrían buscarse infinidad de explicaciones místicas relacionadas con la fantasía o los mitos sobre las criaturas de la Oscuridad, mas pudiere relacionarse con el agua y el fuego como símbolos de purificación cristianos. Por último destacaré su muerte. Los Nazgûl, como su Señor, son destruidos junto al Anillo Único. Además de responder a un final feliz para esta obra y la aniquilación de las fuerzas oscuras… simboliza desde el punto de vista cristiano como la erradicación de los inicuos y el pecado de la Tierra, como un nuevo comienzo, como un nuevo despertar para los Hombres que vivirán años de paz sin la perturbación de Sauron, el Diablo en la Tierra… Aunque también puede ser tomado desde un punto de vista más personal hablando de la desaparición de los miedos de las personas, alcanzando un nivel personal humano mucho más firme y corajudo… es llegar a un nivel mayor de moral que libera el alma de las tentaciones.

Para concluir entonces diremos que los Nazgûl son las pesadillas que los humanos proyectamos ante nuestra caída, es el miedo a convertirnos en sombras, a no ser nada, es el vacío moral. También remarcar su relación con ser víctimas del pecado y también como los instrumentos de terror infundados en las gentes que se ven involucradas en las atrocidades de los regímenes autoritarios. No en vano fueron, por autores, asociados a las policías de exterminación política utilizados por los regímenes políticos dictatoriales. Si bien, alegóricamente pudieran hacer referencia al ir montados en bestias aladas, a la aviación en los conflictos bélicos, proyectándose entonces el griterío de los Nazgûl como el caos que se ocasionaba ante los avisos de los bombardeos y el pánico de la gente ante el rastro de destrucción que quedaba.

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